Las celebraciones de fin de año en España han estado marcadas por un ambiente festivo pero también por una notable preocupación en materia de seguridad, sobre todo en lo que respecta a los ataques terroristas en Europa en el último tiempo.
En ese marco, el atentado en el mercadillo navideño de la ciudad alemana de Magdeburgo, que dejó cinco fallecidos, incluido un niño de nueve años, generó un fuerte despliegue policial en diversas ciudades europeas.
Es por eso que España ratificó estar en un nivel de alerta 4 -de 5- en materia de terrorismo, por lo que se intensificaron los operativos de seguridad en todo el país.
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior de España, confirmó que el país se mantiene en un «nivel 4 de alerta terrorista», el cual es considerado alto. «Se acordó mantener ese nivel después de un análisis ponderado de las circunstancias», completó el funcionario.
Este nivel de alerta implica una mayor presencia policial y controles aleatorios en zonas con alta afluencia de público, como la Puerta del Sol en Madrid, donde en las fiestas se desalojó a los asistentes en dos ocasiones para reducir el aforo a 15 mil personas.
Así, este inicio de año en Europa se produce en un contexto global marcado por atentados y conflictos, lo que ha llevado a muchos países a adoptar medidas de seguridad excepcionales.
