Según informó El Canillita Digital, la Intendenta peronista de Caucete, Romina Rosas, se presentó en el Concejo Deliberante para intentar imponer de forma personal una fecha nueva para ser interpelada.
La actitud no respeta aspectos básicos de la Carta Orgánica Municipal. El insólito episodio ocurrió hace pocos días, cuando los concejales estaban por votar la confirmación de la fecha de interpelación a Romina Rosas, que por voto mayoritario quedó fijado para el 12 de junio a las 10 horas.
Es preciso señalar que los concejales del departamento decidieron interpelar a la Intendenta Rosas por el caso de la cifra millonaria que se generó, donde el municipio adeuda la friolera de $650.000.000 a DECSA, información que ya había anticipado El País Diario el mes pasado.
En la interpelación se tratará de poner transparencia en el estado de la deuda, además de intentar investigar cómo se generó.
Se pedirá todo el material referido a una auditoría municipal y se solicitará la documentación presentada por el EPRE, entre otros temas a tratar.
Romina Rosas fue concejal durante 8 años y está ejerciendo su segundo periodo como intendenta, lo cual, en 2027, le terminaría sumando 8 años en el ejecutivo municipal.
Debería saber que la Carta Orgánica de Caucete le da al Concejo Deliberante la facultad de fijar fecha para la interpelación.
Esta semana, la intendenta quiso imponer su propia fecha de interpelación, antes que sea fijado por el Concejo Deliberante, algo que no corresponde, está fuera de todo protocolo y reglamento orgánico institucional.
La Intendenta Rosas tendrá que sentarse en el banquillo, frente al Concejo Deliberante, el 12 de junio a las 10 horas, y deberá llevar la documentación oficial que respalde su exposición.
Se le pedirá explicaciones sobre la deuda generada con DECSA durante su gestión en el ejecutivo municipal.
